Porque son precisamente dos conceptos bíblicos súmamente relacionados y de los más olvidados por los cristianos. Esto debido a que la esperanza (o falta de ella) impacta diariamente en nuestro vivir. Existen creyentes que no toman conciencia del valor de la libertad en esta vida justamente porque no tienen ninguna esperanza más allá de morir y salvar sus almas para estar por siempre en el cielo. Lamentablemente, han olvidado (o tristemente desconocen) que la esperanza del evangelio es mucho más integral, universal y tangible que la mera escapatoria terrenal. Dicha esperanza es la resurrección de entre los muertos, la redención de la humanidad y la restauración de todas las cosas.
Y esta esperanza nos liberta porque cada creyente que pone su fe en Cristo es redimido y restaurado para ser un hombre nuevo y libre en Jesús. Esto afecta la manera en la que pensamos, proyectamos y ponemos en práctica nuestra fe. En otras palabras, influye directamente en nuestra cosmovisión, nuestra perspectiva del mundo y la vida. En cambio, la visión reducida y reduccionista del evangelio presente en muchas iglesias ha llevado al confinamiento de la fe a la esfera privada e individual, con escasas o nulas aplicaciones en el ámbito público y del conocimiento.
Lamentablemente, en lugar de promover una cosmovisión bíblica integral, procurando ver toda la vida bajo la autoridad de Dios, notará que a menudo hay pastores y líderes de la iglesia que suelen dejar muchos temas sin abordar, ya sea porque desconocen lo que la Biblia dice al respecto, no los consideran importantes, o porque creen que no es parte de su tarea. Pilares fundamentales como la familia, la educación, la filosofía, la economía y el gobierno civil se han dejado a un costado y la fe es reducida a una experiencia religiosa que tiene lugar los días domingos. ¿Pero qué sucede durante el resto de la semana en todos los ámbitos de la vida? ¿Acaso Dios no tiene nada para decir respecto a la vida en comunidad, la educación de nuestros hijos o nuestros paradigmas científicos? La ausencia de respuestas bíblicas a los problemas y desafíos que aquejan al mundo han provocado un enfoque excesivamente centrado en la devoción privada y el culto dominical.
El propósito de esta página es contribuir a llenar ese vacío y ofrecer un enfoque mucho más completo de la fe cristiana, entendiendo que la Palabra de Dios debe ser el fundamento de todo lo que pensamos, decimos y hacemos. Es necesario un llamado a la reflexión y al cambio. No a rechazar ni descuidar las cosas que están bien en las iglesias o que creen muchos creyentes, sino a complementar eso con lo que está faltando. ¡Cristo es Rey y Señor del Universo, no hay nada que no le pertenezca; y como tal, todo debe regirse de acuerdo a Su Voluntad, en Libertad y Esperanza!