Durante los últimos dos años, hemos sido testigos del avance de los Estados del mundo sobre las libertades individuales. La supuesta razón detras de estas pretensiones totalitarias es la emergencia del Covid-19, una pandemia global que segun los “expertos” azota al mundo. Por supuesto, las decisiones han sido tomadas en pos del “bien común”, por lo cual si bien han habido diferentes matices, medidas tales como cuarentenas obligatorias (de enfermos y sanos), distanciamiento social, uso obligatorio de barbijo y vacunas por doquier han sido moneda corriente. Ahora, en Argentina por ejemplo, se ha implementado el “pase sanitario”, una credencial digital o en papel que valida que te has dado al menos dos dosis de alguna vacuna, sin la cual no puedes hacer casi nada, desde trámites bancarios hasta cualquier trámite civil como contraer matrimonio ante un juez.

En este contexto mundial, los cristianos han respondido de diversas maneras. Algunos han optado por “someterse a las autoridades”, alegando que los magistrados civiles tienen completa autoridad para obligarnos a hacer prácticamente cualquier cosa. Otros han puesto resistencia en “areas espirituales” como el conocido caso de John MacArthur, quien se opuso a las restricciones en sus reuniones de culto, mientras que la economía está en llamas, los niños son adoctrinados en las escuelas y la salud está siendo vulnerada. Parece que lo único que no se puede tocar es el bolsillo de estos pastores, mientras que las ovejas pueden ser masacaradas por los tiranos. Otros más conservadores y que buscan aplicar las Escrituras con mayor seriedad han afirmado que la única medida legítima es la cuarentena de los enfermos, tal y como (según ellos) Levítico 13 y 14 enseña. Ante tan diferentes enfoques y perspectivas que afirman ser “bíblicas”, el asunto de fondo es ¿tiene algún derecho el gobierno civil (Estado) de legislar o ejecutar decretos sobre la salud de los ciudadanos? ¿le corresponde “cuidarnos a todos”, “velar por el bien común” y otras cosas relacionadas?

Jason Garwood escribió un breve libro/ensayo que pretende analizar exegéticamene Levítico 13 y 14, respecto de si es lícito o no apelar a este pasaje para defender la intervención del gobierno en salud. Además, no es la típica “exégesis” moderna de muchas iglesias reformadas, que se detiene en el contexto del libro y la audiencia original. Jason estudia este pasaje a la luz de toda la historia de la redención, pues no podemos pretender entender un texto bíblico aislándolo del resto de las Escrituras. La exégesis no es solo un esfuerzo por entender un versículo a la luz de los versiculos previos y posteriores, sino que es mucho más amplio, pues involucra el contexto y narrativa de toda la Biblia.

“Fuera del Campamento” aborda la temática de las enfermedades, la cuarentena y la ley bíblica. Este último punto es el más descuidado hoy día, pues hemos menospreciado la sabiduría y autoridad del Antiguo Testamento, especialmente en lo que concierne a los límites del gobierno civil. Estamos frente a la extralimitación del poder de unos pocos hombres que se han convertido en niñeras del resto de la sociedad. Ellos velan por nuestra salud, educación, finanzas, y más, dejando poco o ningún espacio a la libertad del individuo de hacerse cargo de sí mismo. Y peor aún, no es solo una movida dictatorial que se vale del poder y la violencia, las masas están adoctrinadas y muchos creen fiel y sinceramente en que dichas medidas son una expresión del amor al prójimo, incluyendo lastimosamente a muchos cristianos.