17 FEBRERO, 2021
Lo he dicho antes , navegar por el ministerio pastoral es un asunto complicado. Pero una cosa que puede llevarse al banco es que requerir el uso de barbijos y distanciamiento social en la iglesia es una decisión pastoral sobresaliente. Lo bueno es que realmente no tiene que pensar en eso. El gobierno y los expertos en salud ya pensaron todo por usted; su trabajo es hacer lo que ellos dicen. Pero en caso de que todavía no esté seguro si debe exigir a los congregantes que usen barbijos y mantengan la distancia social, aquí hay seis razones por las que todo pastor debería requerir estas sabias y amorosas medidas.
Uno de sus deberes más importantes como pastor es adaptarse a otros pastores. Si la mayoría de las iglesias han optado por hacer cumplir los mandatos de los barbijos, obviamente tienen razón. A lo largo de la historia, siempre ha sido el caso que la mayoría tiene razón. Los cristianos, y especialmente los líderes cristianos, nunca están llamados a resistir solos en el mundo. John Knox estaba definitivamente equivocado cuando dijo: “Un hombre que está con Dios siempre es mayoría”. Además, su deber es ayudar a los miembros de la iglesia a adaptarse al mundo que los rodea. No es útil que los cristianos se vean diferentes al mundo. Desea que los visitantes entren a su iglesia y digan: “Oye, todos aquí se comportan como el resto del mundo; ¡este parece un buen lugar para mí!” Usted quiere que los no cristianos entiendan que la iglesia reacciona al virus igual que el mundo incrédulo. Así es como llegamos a los perdidos. A medida que lidere con amor a su gente exigiéndoles que usen barbijos, ayudará a otros a adaptarse al mundo, que es mejor que ser transformados.
Los cristianos deben ser inocentes como serpientes y sabios como palomas. Esto es especialmente cierto cuando se trata de mandatos gubernamentales relacionados con la iglesia. Debido a que el gobierno es digno de nuestra total confianza y obediencia, no hay necesidad de cuestionar ninguna de sus decisiones. Cualquier cosa que nos digan que hagamos es indudablemente para nuestro bien y debe cumplirse rigurosamente, especialmente en lo que se refiere a asuntos de la iglesia. Al exigir el uso de tapabocas y distanciamiento social cuando su iglesia se reúne, ayudará a los congregantes a darse cuenta de que cada mandato del Estado es digno de nuestra obediencia incondicional. A pesar del inmaculado historial de nuestro gobierno de siempre cuidar la vida, desde los no nacidos hasta los ancianos, algunos miembros ingenuos de la iglesia todavía piensan obstinadamente que el gobierno no está calificado para dar tales directivas. Estos cristianos tontos reaccionan de forma exagerada al hecho de que el gobierno permite algunos abortos cada año. En general, nuestro gobierno es manifiestamente impecable cuando se trata de proteger la vida. Cualquier mandato de usar un barbijo o mantenerse alejado de otros cristianos durante las reuniones de la iglesia debe ser obedecido a fin de que más personas confíen en que nuestro gobierno siempre sabe qué es lo mejor. No hace falta decirlo, pero lo diré solo para estar seguro (y la seguridad está siempre primero en el cristianismo): el gobierno obviamente tiene en mente los mejores intereses de la iglesia de Jesucristo cada vez que toma una decisión. En épocas anteriores, antes de que los cristianos supieran más, la iglesia era independiente de las regulaciones y mandatos gubernamentales. Algunos cristianos estúpidos (como los puritanos) incluso estaban dispuestos a enfrentar el encarcelamiento y la tortura para estar libres de la intromisión del gobierno en asuntos de la vida de la iglesia. Afortunadamente, los pastores de hoy no tienen que ser como ellos. Ahora no solo es aceptable dejar que el gobierno le diga a la iglesia lo que debe hacer, sino también lo más amoroso.
Al usar su autoridad como pastor para exigir que todos los miembros de la iglesia usen barbijos, hará el buen trabajo de separar el trigo de la paja. ¿Por qué querría tener supuestos “cristianos” en su iglesia que piensan que los creyentes individuales deberían poder tomar sus propias decisiones sobre el uso de un barbijo o el distanciamiento social? Ese tipo de personas ciertamente causan divisiones y crean obstáculos. Probablemente también sean teóricos de la conspiración. Si usted no requiere el uso de barbijos, no solo permitirá que estos peligrosos congregantes piensen por sí mismos, sino que implícitamente les permitirá también alentar a otros a pensar por sí mismos. Esta es la última cosa que quiere hacer como pastor. Su trabajo consiste en pensar por su iglesia. Desde que asistió al seminario, es claramente el más calificado para decidir si todos deben usar un barbijo o no. Sus ovejas no pueden tomar estas decisiones por sí mismas. Al obligar amorosamente a todos a usar barbijos, es probable que se deshaga de esos lobos que creen tontamente que usted no tiene la autoridad para obligar las conciencias de los creyentes con respecto a la asamblea del Día del Señor. Manténgase firme en su convicción de que todos deberían tener exactamente las mismas convicciones sobre los barbijos; domine a la gente si es necesario. Su iglesia será un lugar mucho mejor sin estas personas que piensan que pueden tomar decisiones por sí mismos; el autogobierno está tan pasado de moda.
Los requisitos de distanciamiento social han llevado a muchas empresas familiares a cerrar sus puertas de forma indefinida. No hay duda de que esta fue la decisión correcta. Es mucho más importante que desaceleremos la inevitable propagación del coronavirus que el hecho de que las personas puedan mantenerse a sí mismas y a sus familias. Si incluso una persona muere a causa del coronavirus, hemos fracasado como nación. Pero si alguien pierde su negocio, no puede mantener a su familia y recurre a las drogas, el alcohol y el suicidio, nuestras manos están limpias. Este es el precio que pagamos por la seguridad. Aceptaremos estoicamente tales consecuencias – es el acto de amor que hay que hacer. En el caso extremadamente raro de que las personas de su iglesia pierdan un negocio debido a los mandatos del gobierno, su trabajo como líder de la iglesia es mostrar su fidelidad a las decisiones del gobierno para que estas personas se sientan mejor por no tener trabajo. Al hacer cumplir los requisitos del uso obligatorio de barbijo y distanciamiento social, su iglesia será un ejemplo para la comunidad que lo rodea, una ciudad asentada sobre un monte. Su iglesia puede liderar el camino para ayudar a los propietarios de negocios a someterse a todos los mandatos del gobierno, incluso si eso significa que los cristianos pierdan sus trabajos y tengan que depender del dinero del gobierno. Este es el sacrificio al que ha sido llamado como ministro del evangelio. Si no sigue este consejo, los resultados podrían ser desastrosos. Si no cumple con las regulaciones sobre el uso de barbijos, podría alentar inconscientemente a los dueños de negocios de su congregación a hacer lo mismo. Obviamente, si una empresa no aplica religiosamente los mandatos sobre el uso de barbijos y el distanciamiento social, todos los empleados y clientes contraerán el virus y probablemente morirán. El propietario de negocio Alfie Oakes cometió el pecado imperdonable de permitir a los clientes elegir si usar barbijo o no. Él es un jabalí en la viña del Señor. Evite a tales herejes como la plaga (o el coronavirus … es lo mismo, ¿no?) Y no los deje entrar a su iglesia (a menos que se arrepientan y se pongan un barbijo).
En el pasado, antes de que los avances científicos ayudaran a la iglesia a darse cuenta de muchos de sus errores, los cristianos solían creer que Dios había creado a los humanos con sistemas inmunológicos. Todavía hay algunos fundamentalistas que creen esto hoy. Ahora que lo sabemos mejor, sería inconcebible creer la mentira de que nuestros cuerpos son capaces de desarrollar inmunidad a virus y enfermedades. Para ser honesto, es repugnante que algunos padres sigan enseñando a sus hijos este cuento de hadas. Al asegurarse de que todos se cubran la cara y se mantengan a dos metros de distancia entre sí, reforzará la verdad indiscutible de que nuestros cuerpos no fueron diseñados para interactuar con microbios y desarrollar inmunidad natural. Las iglesias definitivamente no deberían ser el lugar para que las personas interactúen con otras personas. Si hace cumplir estas medidas, las madres preocupadas pueden estar seguras de que sus hijos estarán mucho mejor preparados para enfrentar el mundo que las rodea, habiendo estado protegidos no solo del coronavirus, sino también de un montón de otros microbios mortales. Usted será un héroe.
No tiene sentido recomendar que solo las personas realmente preocupadas por contraer el virus usen un barbijo, un protector facial o un traje de materiales peligrosos, si todos los demás no están obligados a usar un barbijo. Si algunas personas están preocupadas por contraer el virus, entonces tiene mucho sentido hacer que todos los demás también usen un barbijo. Siempre que alguien esté preocupado por algo, todos los demás deben actuar como si también estuvieran preocupados por eso. Eso es lo que significa amar a los demás. Amar significa aceptar todo lo que otra persona crea. Si no se requiere que todos usen barbijos, las personas que están realmente preocupadas por infectarse se verían obligadas a tomar sus propias decisiones sobre cómo evitar el virus. Incluso podrían tener que pensar en lo preocupados que están realmente por el virus. En cualquier caso, usted no quiere ser la causa de esas cosas. Usted quiere que todos en su rebaño usen barbijo hasta nuevo aviso. De esta manera, nadie contraerá el virus y el grupo desarrollará inmunidad colectiva. Y, si alguna vez se siente tentado a cuestionar la sabiduría de estos mandatos, recuerde que “estamos todos juntos en esto”. Mientras todos actúen en “unidad”, nada más realmente importa.
Artículo publicado originalmente en inglés en Six Reasons Every Pastor Should Require Masks and Social Distancing at Church.
La intención del mismo es expresar con ironía la ridiculez de la sumisión ciega al gobierno civil, reduciendo todo a “tenemos que someternos a las autoridades” o “es un acto de amor al prójimo”. No es tan simple como parece…
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